Tanto si ya has estado en la ciudad como si es la primera vez que viajas a ella, la pregunta es inevitable: ¿por qué los taxis de Nueva York son amarillos?
La respuesta es bien sencilla: se trata de una simple cuestión de marketing. El amarillo fue el color elegido por el empresario Harry N. Allen en el año 1907 para que su flota de taxis fuera más visible que la de los coches de la competencia.
La idea era buena, por eso triunfó. En 1967 se promulgó una ley que oficializaba el amarillo como color oficial y obligatorio de todos los taxis neoyorquinos. En la actualidad hay cerca de 13.000 yellow cabs circulando por las calles de la ciudad que nunca duerme.
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Si nunca has estado en Nueva York debes saber que solo pueden transportar a un máximo de cuatro pasajeros y que solo se puede ocupar el asiento del copiloto cuando las plazas de atrás estén llenas.
Montarse en un yellow cab es una experiencia casi obligatoria para cualquier turistas. Además, no son tan caros como los taxis de otras grandes ciudades del mundo. Reserva ya tu viaje a Nueva York con nosotros y compruébalo por ti mism@.